Que tengo pasión por las tartas de frutas es un hecho constatado a lo largo de mis entradas al blog… si además está hecha con albaricoques y almendras, se convierte en una locura.
Esta tarta tiene un sabor y una textura espectacular, seguro que os enamora al primer bocado… Su única dificultad es el desmoldado (la base es muy quebradiza); pero, aunque no os quede perfecta, estará igual de buena, no lo dudes…
Puedes usar otras frutas al gusto, pero mejor con un toque ácido (ciruelas, pavías, melocotón…), porque suaviza el dulzor de la tarta y combina muy bien con la crema de almendras.
¿A qué estás esperando? Disfrutar en tus vacaciones de un desayuno o merienda, sin prisas, con cada bocado de este pastel, va a ser especialmente gratificante…
Ingredientes
Para la masa quebrada:
150 gr de harina de arroz integral
75 gr de fécula de patata
75 gr de almidón de yuca (puedes sustituirlo por almidón de maíz)
60 gr de azúcar de caña
1 pizca de sal
150 gr de mantequilla muy fría
1 huevo y una yema
Para la crema de almendras:
125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
125 gr de azúcar glas
125 gr de almendra molida
25 gr de almidón de maíz
75 gr de huevos (1 huevo y una yema)
2 cucharadas de marrasquino
Ralladura de 1 limón
Una pizca de sal
6 albaricoques
Elaboración
Mezclar las harinas con la sal, el azúcar y la mantequilla y mezclar con las manos (o con una amasadora) hasta que tenga aspecto de arena gruesa.
Añadir el huevo e integrar hasta que el aspecto de la masa sea homogéneo. Si la textura de la masa es un poco dura, puedes añadir agua o vino blanco muy frío, pero siempre de cucharada en cucharada, hasta conseguir la textura deseada (que quede suave pero sin pegarse).
Envolver en papel film, aplanar y dejar reposar en el frigorífico un mínimo de una hora.
Terminar de extender la masa con el rodillo, forrar un molde desmoldable de aproximadamente 28 cm y volver a reposar en el frigorífico mientras preparamos el resto de la receta.
Para preparar la crema de almendras, batir con una batidora eléctrica la mantequilla y el azúcar hasta que esté blanquecino y esponjoso. Añadir la almendra y la harina e integrar suavemente. Añadir los huevos e integrar el licor. Introducir en el frigorífico unos 15 minutos.
Cortar cada albaricoque en 6 gajos. Reservar.
Precalentar el horno a 180º.
Cubrir el fondo de la masa con la crema de almendras. Alisar la superficie con una espátula. Disponer los gajos de albaricoques en forma circular. Espolvorear con azúcar y hornear durante 45 minutos aproximadamente. Dejar enfriar completamente en el molde y desmoldar con mucho cuidado, la masa es muy delicada y se rompe fácilmente. Guardar en el frigorífico.
Si eres celíaco, deberás comprobar que todos los ingredientes están libres de trazas de gluten; lee cuidadosamente el etiquetado y compra siempre los productos de tu confianza.
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