Después de tanto tiempo sin subir ninguna receta (a veces el día a día se come el tiempo sin saber bien cómo) qué mejor momento que estas fechas navideñas para retomar la actividad culinaria para compartir esta receta.
Que tengo pasión por las tartas de frutas es un hecho constatado a lo largo de mis entradas al blog… si además está hecha con albaricoques y almendras, se convierte en una locura.
En casa somos cuatro y comemos a distintas horas y en distintos lugares. Esto supone que todos los días hay mínimo un tupper que preparar y, para el resto, dejar la comida cocinada con antelación para llegar y calentar. Yo soy la del tupper fijo y me gusta comer como si lo hiciera en casa. De manera excepcional puedes apañar algo informal y rápido, pero no es saludable si lo tienes que hacer todos los días.
La arepa es un pan hecho de harina de maíz precocida, típico de Latinoamérica, fundamentalmente Colombia y Venezuela. Es circular y plano y puede tener múltiples rellenos. Una de las más famosas es la Reina Pepiada, que consiste en una arepa rellena de una mezcla de pollo cocinado y mechado, con aguacate, cilantro y mayonesa y que se creó en honor a la primera Miss Universo venezolana… bueno, la leyenda la dejo para que la leáis en la Wikipeda.
Cada vez me gustan más las cremas de verduras... y es que me resulta muy reconfortante en estos días de invierno, llegar a casa y tomarme una bien calentita... aunque he de decir que las hago durante todo el año y tan sólo adapto la temperatura al momento. Eso sí, aprovecho siempre las verduras de temporada…