Turrón de guirlache

Esta receta es para mí muy especial.

Huele a Navidad, a vuelta a casa. Sí, como en el  anuncio de El Almendro, que en mis tiempos de estudiante me ponía la piel de gallina y se me arrasaban los ojos de la emoción.

Pastel de cabracho

El pastel de cabracho es una receta que Juan Mari Arzak creó en los años 70 y que se ha convertido en todo un clásico de la cocina. Aunque tiene muchas interpretaciones con distintos pescados, para mí el cabracho le da un sabor extraordinario, similar al del marisco. Tiene una textura muy jugosa y queda ideal acompañado con unos brotes de lechugas tiernas aderezados con una vinagreta y con pan tostado. Yo le he dado un toque crujiente con unas almendras fileteadas, ligeramente tostadas. Arzak lo servía con salsa rosa, aunque a mí personalmente no me gusta. Lo puedes dejar preparado el día de antes y me parece estupendo para disfrutarlo con la familia en estos días de Navidad.

Canelones de membrillo y manzana con mousse de idiazábal y cookies de aceite de oliva y nuez

Sí, así como suena, el nombre lo dice todo sobre el plato.

El pasado día 3 de noviembre, la tienda de Feliciti Zaragoza, con motivo de la apertura de su nuevo local, organizó un concurso de postres al que me presenté. En las bases se valoraba que el postre tuviera como ingrediente aceite de oliva sin ninguna otra limitación.

Dulce de membrillo y manzana

Desde que mi marido me regaló la Thermomix, todos los años preparo dulce de membrillo y manzana; he de reconocer que facilita tanto el trabajo que el mérito de lo bueno que está no es mío, sino de la máquina y de esos membrillos y manzanas que mi suegro me trae siempre del pueblo. Esta receta es del recetario de Thermomix; me pareció estupenda la propuesta de añadir un poco de manzana porque suaviza el sabor y la textura, aunque yo he cambiado las proporciones sobre la original. Pero, como siempre digo, todo lo que se puede hacer con ella, se puede hacer sin ella, aunque sea dedicando un poco más de tiempo... así que os doy las dos opciones.

Cookies de aceite de oliva y nuez

Si funciona bien en muchos bizcochos, ¿por qué no sustituir en las cookies la mantequilla por aceite de oliva? Esta pregunta es la que me hice yo hace unos días. Enseguida lo consulté por la red (la red lo sabe todo), leí distintas recetas en las que así lo hacían y daban fe de los excelentes resultados. Así que, ¡manos a la obra! Cogí mi receta de cookies favorita, y que tan bien me funciona, y me dispuse a adaptarla a la nueva receta. El resultado, qué queréis que os diga, espectacular….  Estoy pensando seriamente si cambiar la receta para siempre!!!

Snacks de calabaza

¿Os acordáis de la receta de alcachofas en tempura de cerveza y arroz? Pues con la misma receta de la tempura, he preparado estos snacks de calabaza que están muy ricos.

Tenía una calabaza de 3 kilos que, con esas dimensiones, ha dado para todo: hacer bizcocho, puré, mermelada, los snacks y todavía me ha sobrado. La calabaza es una verdura muy versátil que permite tanto elaboraciones dulces como saladas. Además, ese color naranja intenso, hace que resulte muy apetecible (con la vista también se come)… ¡Sabe a otoño!

Galletas de chocolate

Cuando tengo una temporada de mucho trabajo o muchas cosas que hacer y no paro por casa, echo en falta encerrarme en mi cocina, preparar un bizcocho o galletas y dejar que el olor que desprende el horneado impregne toda mi casa. Me produce una sensación reconfortante y me relaja. Luego viene la segunda parte, disfrutar con lo que he cocinado, que es igual de gratificante.

Estas galletas tienen una olor estupenda y un sabor irresistible. Puedes tomarlas sin más o decorarlas con lo que te guste.

Carpaccio de calabacín con aguacate, tomatitos y bacalao ahumado

Si me dan a elegir, siempre prefiero un plato que contenga fruta o verdura. De hecho, de las 21 entradas que he publicado en el blog, tan sólo en 6 no he utilizado ningún producto vegetal. Comer verdura no siempre requiere de mucho tiempo de elaboración; esta receta  se hace en un plis plas, resulta muy vistosa, además de saludable, nos soluciona una cena o un entrante y te sirve para una ocasión especial. Creo que cumple todos los requisitos para tener el éxito asegurado.

Trufas de tiramisú

Ya acabaron las vacaciones y con ello vuelta a la rutina de los horarios. Lo peor es que queda todo un año para las siguientes... Eso sí, las pilas cargadas, el recuerdo de un buen viaje, nuevas experiencias, nuevos paisajes, nuevas comidas y sitios que quedarán para siempre en el recuerdo (prometo compartir).

Y para superarlo, una buena dosis de chocolate.

Estas trufas son fáciles de elaborar y se manchan muy pocos utensilios. Están de muerte para tomarlas con el café y, si las preparas para regalar y las pones en un recipiente bonito, quien las reciba se convertirá en tu fan número 1.

Ingredientes

200 gr de chocolate negro intenso

200 gr de queso mascarpone

2 cucharadaditas de café soluble

1 cucharada de azúcar glas

2 cucharadas de licor amaretto

Cacao puro en polvo para rebozar

Elaboración

1. Trocear el chocolate y derretir en el microondas en intervalos de 1 minuto de tiempo y remover cada vez que finalice, hasta que el chocolate esté fundido.
2. Disolver el café soluble en el licor y reservar.
3. Añadir al chocolate el queso mascarpone y remover con la ayuda de una espátula hasta que esté integrado. Incorporar el azúcar glas y la mezcla de café y licor. Volver a remover con la espátula hasta que la textura sea homogénea.
4. Dejar enfriar en el frigorífico un mínimo de 2 horas, tapado con papel film para evitar que se seque la parte superior.
5. Formar bolitas con la ayuda de dos cucharas, o con las manos, y rebozar en el cacao.

Aunque hay que guardarlas en el frigorífico, es mejor que las saques un rato antes de consumir.

Si eres celíaco, comprueba que todos los ingredientes están libres de gluten.

Ensalada de garbanzos, pulpo y apio

Me gusta la cocina y la fotografía y, de manera casual, he descubierto algunos blogs muy interesantes tanto por sus recetas como por las fotos con las que las presentan. Muchas veces, una buena imagen hace que un plato sea especialmente apetecible. Si además está bueno, las expectativas creadas quedan totalmente satisfechas.

Hoy os recomiendo que os deis un paseo por el blog pane-burro.blogspot.com. Todas sus recetas están presentadas con una cuidada imagen, pero sin grandes artificios; elaboraciones sencillas, con ingredientes básicos pero con muy buenos resultados. De este blog he sacado esta ensalada de garbanzos, pulpo y apio donde la imagen lo dice todo y además está buenísima.

Ingredientes para 4 personas

1 kg de pulpo cocido

300 gr de garbanzos crudos o dos botes en conserva al natural

4 ramas de apio

Zumo de 2 limones

100 ml de aceite de oliva virgen extra

Un buen manojo de perejil fresco

2 dientes de ajo

Sal, pimienta

Elaboración

1. Para cocer el pulpo es mejor que haya estado previamente congelado, así la cocción es más fácil. Poner una cacerola profunda con abundante agua al fuego y un buen puñado de sal gorda; llevar a ebullición. Cuando el agua esté preparada, coge el pulpo de la cabeza, lo introduces sin soltarlo en el agua y lo vuelves a sacar, así por tres veces. Realizado este paso lo dejas ya en la cacerola, con cuidado de que el agua lo cubra por completo y lo dejas cocer hasta que esté tierno. Transcurridos unos 25 minutos vas vigilando el punto de cocción clavando un palillo en la parte más gruesa; cuando entra sin dificultad, está ya preparado. En mi caso, el pulpo era de 2,5 kg (con cabeza) y lo tuve durante 40 minutos. Usé la mitad para esta receta y congelé la otra mitad para otra elaboración. Una vez cocido, dejar reposar en la cacerola durante 5 minutos más, escurrir y dejar enfriar.
2. La noche de antes, poner los garbanzos a remojo con agua que los cubra por completo. Cuando los vayas a cocinar, desecha el agua y acláralos abundantemente debajo del grifo. Poner en una cacerola con agua hirviendo y dejar cocer hasta que estén tiernos. Yo los hago en la olla a presión y con 15 minutos es suficiente. Escurrir, dejar enfriar y reservar.
3. En una ensaladera poner los garbanzos, añadir el apio troceado, el pulpo cortado a rodajas y aliñar con el zumo de limón, aceite de oliva, el ajo bien machacado, sal,  pimienta y el perejil bien picado.
4. Dejar reposar en el frigorífico al menos 1 hora. Los sabores quedan más integrados si lo preparas el día de antes.

Si compras el pulpo y los garbanzos cocidos, es una receta que se prepara en un periquete, pero gana considerablemente si los garbanzos los cueces en casa y también el pulpo.

Gazpacho de pepino y menta

Llevamos ya la tercera ola de calor y el verano sigue sin darnos tregua. Con este panorama, resulta difícil tener ganas de cocinar y sólo apetece tomar cosas frescas. Hoy os traigo una receta cargada de vitaminas, refrescante y ligera y que se hace en un santiamén. Ten siempre en tu nevera preparado un gazpacho de pepino ya que, por si no lo sabías, el pepino tiene muchas propiedades:

• Hidrata el cuerpo
• Combate el daño solar
• Elimina toxinas
• Repone vitaminas y minerales
• Es adecuado para dietas de pérdida de peso
• Combate la diabetes, el colesterol, controla la presión arterial, reduce el ácido úrico y es antiinflamatorio
• Combate el mal aliento
• Ayuda a que tu cabello y uñas estén más sanos

Creo que, con todo esto, vas a salir corriendo a comprar unos pepinos…

Ingredientes

2 Pepinos medianos (aprox. 600 gr)

½ manzana granny smith

1 yogur griego

3 cucharadas de vinagre

8 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

1/2 cucharadita de sal

Hielo picado

Un buen manojo de menta fresca

Elaboración

1. Lavar bien los pepinos, pelarlos dejando un poco de piel, cortar en trozos y poner en el vaso de la batidora junto con la media manzana, también en trozos, el yogur el vinagre y la sal. Triturar hasta que quede una textura muy fina. Añadir el aceite y volver a batir. Reservar en el frigorífico hasta el momento de servir.
2. Picar el hielo y la menta y poner en los vasos de servir. Añadir el gazpacho reservado y decorar con una rodaja de pepino y una ramita de menta.

Si no te gusta encontrar los trocitos de menta, puedes incorporarla también al vaso de la batidora.

Puedes sustituir el vinagre por zumo de limón.

Doradas al horno con veduras

Si el pescado es bueno, cualquier receta sencilla puede dar como resultado un plato extraordinario. Hoy os traigo unas doradas al horno con verduras que, además de ser una receta muy ligera, se prepara muy rápido y queda muy resultona. La dificultad tan solo radica en darle el punto al pescado;  si no estás seguro del tiempo de cocción, es mejor que cuando lo saques del horno falte un poco y lo tengas que volver a meter, a que lo pases de punto ya que quedará seco. Y si no quieres gastar mucho, con las piscifactorías, podemos encontrarlas a muy buen precio durante todo el año.

Ingredientes para 4 personas

2 Doradas grandes (de 600 a 700 gr cada una)

1 calabacín

1 pimiento verde

1 cebolleta

100 gr de tomatitos cherry

1 limón

Unas ramitas de tomillo limón fresco

Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta.

Un chorrito de vino blanco

Elaboración

1. Pedir en la pescadería que limpien las doradas de escamas y tripas.
2. Lavar debajo del grifo y secar con un trapo limpio. Salpimentar por ambos lados y, por la parte abierta donde están alojadas las vísceras, meter unas ramitas de tomillo a cada una de ellas. Reservar.
3. Cortar el calabacín, pimiento y cebolleta en trozos y saltear a fuego fuerte hasta que tomen color; reservar. Saltear ligeramente los tomates enteros; reservar.
4. Precalentar el horno a 210º, función ventilador.
5. Engrasar una fuente resistente al horno y poner las verduras reservadas. Espolvorear con un poco de sal, poner unas ramitas de tomillo y un chorrito de aceite. Disponer las doradas encima y regar con el vino blanco y aceite de oliva.
6. Introducir en el horno entre 20 y 25 minutos dependiendo del tamaño de las doradas y del calor de tu horno. Para 1,350 gr. de doradas yo las tuve 22 minutos.
7. Sacar del horno y servir poniendo en cada plato las verduras, media dorada y, por encima de esta, unas escamas de sal, un poco de ralladura de limón, un chorrito de aceite de oliva y una ramita de tomillo fresco.

Brownie de chocolate negro y nueces

¿Que qué es un brownie? Pues es un bizcocho con mucho chocolate, de textura jugosa y corteza crujiente.

¿Que cómo es este brownie? Pues es sin gluten, por supuesto, como todo lo que yo cocino.

¿Que si lo puedo hacer con gluten?  ¡Pues claro! Los ingredientes son los mismos (pero sin gluten).

¿Que es demasiado grande para ti? Pues no te preocupes, prepara la mitad, pero te arrepentirás después de no haberlo preparado entero.

¡Que los que has comido no son iguales! Es que éste es el más bueno y, si no, pruébalo y me dices.

Ingredientes

200 gr. de chocolate negro, especial repostería

200 gr. de chocolate negro intenso, especial repostería (ambos sin gluten)

250 gr. de mantequilla

350 gr. de azúcar moreno

6 huevos tamaño “L”

150 gr. de harina especial repostería (yo he usado Mix Dolci de Schär)

Nueces picadas

Con estos ingredientes salen 18 raciones aprox.

Elaboración

1. Precalentamos el horno a 180º calor arriba y abajo.
2. Forramos un molde de hornear con papel vegetal. Para que no se mueva el papel, fijarlo con un poco de mantequilla. Mi molde es de 23 x 33 cm y es metálico (se hornea mejor). Este paso es importante para poder desmoldar con facilidad.
3. Poner a fundir el chocolate en el microondas, junto con la mantequilla, hasta que esté derretido. Hacerlo a intervalos cortos e ir removiendo. Controlar bien el tiempo para evitar que se queme el chocolate.
4. Dejar atemperar.
5. En un bol, poner el azúcar y los huevos y batir con unas varillas hasta que esté esponjoso. Añadir la harina tamizada y mezclar con movimientos envolventes con la ayuda de una espátula.
6. Ir añadiendo el chocolate muy poco a poco hasta que esté todo integrado. La textura de la masa queda bastante densa.
7. Añadir las nueces troceadas, mezclar y verter al molde.
8. Horneamos 25 – 30 minutos. Formará una costra por encima que se cuartea. Al pinchar con un palillo deberá salir ligeramente húmedo.
9. Dejar enfriar en el molde un mínimo de 5 horas.
10. Desmoldar con cuidado, manteniendo el papel de horno, cortar a trozos con un cuchillo de sierra y espolvorear con azúcar glas.

Lo puedes acompañar con helado, crema inglesa, nata montada...