Cuando tengo una temporada de mucho trabajo o muchas cosas que hacer y no paro por casa, echo en falta encerrarme en mi cocina, preparar un bizcocho o galletas y dejar que el olor que desprende el horneado impregne toda mi casa. Me produce una sensación reconfortante y me relaja. Luego viene la segunda parte, disfrutar con lo que he cocinado, que es igual de gratificante.
Estas galletas tienen una olor estupenda y un sabor irresistible. Puedes tomarlas sin más o decorarlas con lo que te guste.