Hoy, desde que me he levantado al punto de la mañana, tenía muy claro lo que quería hacer: preparar esta receta con la tranquilidad y la calma de no tener y no querer hacer nada más, sino cocinar, hacer las fotos, escribir… y disfrutar de todo ello. La verdad es que no es fácil tener estos momentos de sosiego, cuando el estrés del día a día te lleva a querer hacer tantas cosas a la vez que al final la vida se convierte en una continua carrera…