Turrón de guirlache

Esta receta es para mí muy especial.

Huele a Navidad, a vuelta a casa. Sí, como en el  anuncio de El Almendro, que en mis tiempos de estudiante me ponía la piel de gallina y se me arrasaban los ojos de la emoción.

Huele también a mi padre, que cultiva los almendros, los mima, recoge los frutos con sus manos, parte las almendras, las limpia y prepara. Es un privilegio disfrutar de esto.

Huele también a mi madre, que como todos los años, sin importarle el tiempo, prepara sus recetas con su ingrediente principal, una gran dosis de amor, para que esté todo a punto cuando lleguemos.

¡No hay nada en el mundo que sepa mejor!

Inténtalo tú. Ponle ese ingrediente y seguro que los tuyos tendrán también esa sensación. Te la recomiendo.

Ingredientes

250 gr de azúcar

250 gr de almendra natural limpia

Unos anisetes para adornar

Elaboración

1. Si compras las almendras con piel, unos días antes las escaldas en agua hirviendo, las pelas y las extiendes en una bandeja de horno para que se sequen bien.
2. Precalienta el horno a 200º.
3. Unta una placa de mármol con aceite (o en la encimera) y espolvorea con azúcar para evitar que se pegue, o prepara una hoja de papel vegetal.
4. Introduce las almendras y hornea hasta que adquieran un ligero tono tostado y uniforme, removiendo de vez en cuando. Tardarán tan sólo  10-15 minutos.
5. Mientras, en una cacerola amplia de fondo grueso, o sartén antiadherente, pon el azúcar hasta que esté totalmente fundido y adquiera un color dorado. Ten cuidado no quede demasiado oscuro, ya que amargará.
6. Cuando esté preparado, vierte las almendras, que deberán estar calientes, y trabájalas rápidamente dando vueltas hasta que todas se impregnen del azúcar fundido.
7. Retira del fuego y vuélcalas en el mármol o papel de horno y, con ayuda de una espátula ligeramente mojada, vas aplanando y dándole forma rectangular. Deberás trabajar rápido ya que, una vez frío, ya no puedes moldearlo.
8. Espolvoréalo con los anisetes y corta con un cuchillo de filo fuerte y la ayuda de un martillo.
9. Déjalo enfriar en un sitio seco.
10. Una vez frío, guárdalo en un bote de cristal hermético.

Es una receta fácil, aunque tienes que coger el punto en cada paso de la elaboración.

Como siempre, si eres celíaco, comprueba que todos los ingredientes están libres de gluten.