Si me dan a elegir, siempre prefiero un plato que
contenga fruta o verdura. De hecho, de las 21 entradas que he publicado en el
blog, tan sólo en 6 no he utilizado ningún producto vegetal. Comer verdura no
siempre requiere de mucho tiempo de elaboración; esta receta se hace en un plis plas, resulta muy vistosa,
además de saludable, nos soluciona una cena o un entrante y te sirve para una ocasión
especial. Creo que cumple todos los requisitos para tener el éxito asegurado.
Ingredientes
1 calabacín muy tierno
1 aguacate
Tomates cherry
Bacalao ahumado u otros pescados al gusto, curados
o marinados
Para la
vinagreta
6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de Mostaza de Dijón
2 cucharadas de zumo de lima
2 cucharadas de vinagre de vino blanco
Pimienta
Elaboración
- Preparar la vinagreta mezclando todos los ingredientes y reservar.
- Cortar el calabacín en tiras muy finas. Añadir los tomatitos partidos por la mitad, el aguacate cortado en láminas y el bacalao ahumado. Regar con la vinagreta.
- Dejar reposar en el frigorífico durante 15 minutos. Servir con una ralladura de la lima espolvoreada por encima.
En vez de bacalao, yo he usado congrio curado con
la técnica de gravlax que ya os contaré cómo hacerlo en una entrada
posterior.
La mostaza puede contener gluten, te recomiendo que
leas atentamente los alérgenos antes de usar el producto.
El éxito de esta ensalada está en usar unos buenos
ingredientes: que el calabacín sea tierno y esté muy fresco y el aguacate en su
punto de maduración.
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