Hoy os traigo una salsa de las de toda la vida, de las que no hay semana que pase que no la cocines y de las que no te cansas de comer, comer y comer y cada vez te gusta más…. Eso sí, te tiene que gustar el queso muy fuerte, si no, estás perdido. Puedes prepararla para dipear con unas endivias u otras verduras crudas, con unos palitos de pan, nachos… aunque a mí, lo que más me gusta, es con un buen solomillo, si además preparas unas patatas a la mantequilla, se convierte en toda una comida de domingo.
Ingredientes:
100 gr de queso roquefort
1 cebolleta fresca
200 gr de nata para cocinar, mejor espesa
Nueces picadas (opcional)
Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
Picar la cebolla y pochar en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando esté, añadir la nata y dejar cocinar junto con la cebolla un par de minutos. Añadir el queso roquefort y cuando se disuelva en la nata, retirar del fuego (en este punto es importante que no hierva, tan solo se tienen que fundir el queso). Triturar con la batidora y a disfrutar…. Que se lo digan a mi hija María, que le encanta….
Puedes añadir unas nueces picadas.
Si eres celíaco es mejor que compres el queso envasado al vacío para evitar contaminaciones. También deberás tener cuidado con la nata de cocinar; algunas marcas, si llevan algún espesante, pueden contener gluten.
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