Palitos de pan sin gluten

Hace ya casi un siglo que publiqué la foto de esta receta en Instagram y os habréis preguntado qué pasa que no llega al blog; pues que necesito que los días sean de 48 horas porque tengo un desfase entre lo que tengo que hacer y lo que me gustaría hacer…. Pero ¡por fin ha llegado el momento!

Hay una gran diferencia entre el sabor y textura del pan sin gluten hecho en casa y el comprado. Pero no es difícil preparar pan, tan sólo requiere un poco de práctica y usar los ingredientes adecuados.

Estos palitos de pan tienen un sabor muy rico, no hace falta tener demasiados tipos de harina y se hacen muy rápido. Puedes congelarlos si no los tomas en el acto y con un golpe de horno quedarán como recién hechos…. ¿Te los vas a perder? Y mañana que es jueves lardero, con ésta longaniza sin gluten de Aventín maridan genial!!!

Ingredientes para la masa base

220 gr de harina Mix Pan de Schär

30 gr de harina de trigo sarraceno

50 gr de almidón agrio de tapioca

15 gr de levadura fresca

½ cucharadita de sal

200 gr de agua mineral templada

20 gr de aceite de oliva

Mezclar las harinas y la sal. Reservar.

Mezclar el agua templada y el aceite. Añadir la levadura desmenuzada y remover para disolver. Añadir las harinas y amasar con una amasadora o batidora de mano con el accesorio del gancho, hasta que tenga una textura lisa y uniforme, aprox. 4-5 minutos. Quedará un poco pegajosa.

Con la ayuda de una espátula, verter en un trozo de film transparente, envolver y dejar reposar hasta que doble el volumen, aproximadamente 30 minutos.

Poner un poco de harina en la mesa de trabajo, tomar pequeñas porciones y estirar entre las manos. Pulverizar con la mezcla de agua y aceite a partes iguales y espolvorear con unas escamas de sal.  Poner en una bandeja de horno forrada de papel, dejar reposar 30 minutos más y hornear a 220º durante 15 minutos aproximadamente, o hasta que comiencen a dorarse.

Yo siempre les añado algo. En los de la foto, después de haber reposado la masa y antes de formar los palitos, la dividí en 3 partes: en una de ellas añadí 2 cucharadas de queso parmesano rallado y un poco de pimienta molida; en la otra orégano y en la otra un poco de harina con una cucharadita de cúrcuma.